Malestar en el CNI por la decisión de retirar el plus de peligrosidad a 200 espías en el País Vasco y Navarra

Malestar en el CNI por la decisión de retirar el plus de peligrosidad a 200 espías en el País Vasco y Navarra
Sede del CNI en Madrid. (Foto: EFE)
Manuel Cerdán

Los cerca de 200 agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) desplegados en el País Vasco y Navarra dejarán de percibir de manera paulatina en los próximos cuatro años el complemento salarial por destino en Zona Conflictiva. Así se define desde hace años a las cuatro provincias vasco-navarras por el terrorismo de ETA y la violencia de los grupos abertzales desde el nacimiento de Herri Batasuna (HB).

Los funcionarios de los servicios secretos recibían hasta la fecha un plus salarial de poco más del 30 por ciento de su nómina. Esa medida provocará que los agentes de La Casa –como se conoce a la sede del espionaje español– destinados en el Norte dejarán de percibir unos 600 euros mensuales, afectando a su nivel de vida en dos comunidades autónomas en las que la mayoría de los agentes residen desplazados con sus familias.

La revocación del complemento salarial, que los espías perciben desde hace más de 20 años, ha sido una decisión personal de la cúpula del CNI y del departamento de Recursos Humanos. Nadie del Gobierno –los servicios secretos dependen de la Vicepresidencia– ha recomendado ni ha impuesto tal medida, como aclaran a OKDIARIO fuentes gubernamentales.

Fuentes del CNI manifestaron a OKDIARIO que el Centro se ha limitado a aplicar el artículo 64 del Real Decreto 240/2013 del 6 de abril  que desarrolla el estatuto de personal y las retribuciones complementarias en Zona Conflictiva. La Casa, según las mismas fuentes, se ha limitado a cumplir lo que se recoge en el decreto, que permite reducir o eliminar el plus si se produce un cambio en la situación de esos destinos. Para el CNI, el fin de ETA genera ese tipo de modificación tanto el País Vasco como en Navarra.

Sin embargo, el mismo real decreto destaca que el complemento salarial se mantendrá en función de cada puesto de trabajo “atendiendo a su especial dificultad técnica, dedicación, responsabilidad, incompatibilidad, peligrosidad, turnicidad, riesgo, penosidad o disponibilidad”. Los actuales espías en el País Vasco y Navarra insisten en que sus condiciones de vida no han variado.

Los agentes destinados en la zona Norte ya han sido informados de la medida y todo hace indicar que no habrá marcha atrás. Las fuentes del CNI se niegan a desvelar el número de agentes que se verá afectado porque es una información reservada.

La decisión sobre la reducción salarial no ha sido impuesta por el departamento de Cristóbal Montoro. Desde el Ministerio de Hacienda aclaran a OKDIARIO que la orden no parte de ellos sino que depende de cada departamento. En este caso del secretario de Estado del CNI, Félix Sanz Roldán.

Es cierto que el Ministerio de Defensa hace ya años decidió suprimir los pluses catalogados como de «destino», que premiaba principalmente a soldados, cabos y cabos primeros destinados en el País Vasco y Navarra por el que percibían unos 300 euros al mes. Pero el CNI ya no depende de ese departamento como sucedía con el antiguo CESID.

La Policía y la Guardia Civil mantienen los pluses

Los agentes del CNI destinados en el Norte esgrimen como argumento para responder a la cúpula del espionaje el hecho que la Policía y la Guardia Civil siguen conservando los mismos privilegios salariales desde comienzo de los ochenta. Y, según fuentes de la Seguridad del Estado, el Ministerio del Interior no tiene previsto anularlos. En todo caso han puesto en marcha un plan para equiparar los ingresos de los agentes destinados en el País Vasco y Navarra con las nóminas de la Ertzaintza.

Una fuente de Interior manifestó a OKDIARIO que lo que pretende el nuevo equipo del ministerio es actualizar los complementos para ajustar los salarios con los baremos de la policía autonómica: “Lo que hagan otros no nos compete a nosotros. Lo que haremos es aprobar salarios justos para las Fuerzas de Seguridad, que se lo merecen”.

La retirada del complemento de peligrosidad ha provocado indignación entre los espías que trabajan en el País Vasco y Navarra. La mayoría de ellos pertenecen a lo que se conoce en el argot del espionaje como agentes expertos en Inteligencia Humana -Humint, acrónimo en inglés. Se trata de los operativos que se dedican a captar fuentes de información y colaboradores en el País Vasco y Navarra del mundo de la violencia callejera, del entorno abertzale, de las redes del narcotráfico, del crimen organizado o de las células yihadistas.

Según ha podido verificar OKDIARIO en fuentes de los sindicatos policiales esa medida no podría aplicarse nunca a los agentes del Cuerpo Nacional de Policía ni de la Guardia Civil porque motivaría un motín: “Demasiado perseguidos y acosados están los policías en poblaciones con mayoría de Bildu como para venir ahora con las rebajas salariales. Esos complementos son unos derechos adquiridos en el cómputo de la nómina y no se pueden tocar. Lo que haga el director del CNI es su problema”, declararon.

Los agentes del CNP siguen cobrando el complemento conocido como Zona Especial Norte –unos 700 euros– que sirve para equiparar su salario al de la Ertzaintza. Si la media de la nómina policial es de unos 1.600 euros, un policía destinado en Bilbao o San Sebastián puede ganar en la actualidad con el plus de peligrosidad unos 2.300 euros brutos al mes.

Complementos para compensar la tensión del norte

Para aplicar la medida, la dirección del CNI considera que el terrorismo ha desaparecido del País Vasco y Navarra desde que ETA depuso las armas en octubre de 2011, por lo que ya no es necesario el abono de ese complemento económico. En aquellas fechas era presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero y Sanz Roldán llevaba más de dos años al frente de los servicios secretos.

Fuentes policiales defienden que el plus de peligrosidad no debe ir unido a los muertos que causaba ETA, sino a la persecución que sufren los agentes en el País Vasco y Navarra por el entorno de la banda terrorista y del independentismo. Mantienen ante OKDIARIO que el complemento se implantó a principio de los 80 –conocidos como los «años del plomo»– no por el número de atentados que cometían los terroristas contra las Fuerzas de la Seguridad del Estado: “Los pluses por peligrosidad se adoptaron por las condiciones de vida en una zona hostil para guardias y policías. ETA mataba más en Madrid pero donde los policías vivían aislados y presionados era en Euskadi y Navarra, intentado preservar su anonimato. Y eso sigue sucediendo hoy día como pudimos comprobar en la población navarra de Alsasua con el ataque a unos guardias civiles que de paisano se divertían con sus familiares. Hay que decirles alto y claro a los jefes que para un policía no es lo mismo trabajar en Sevilla que en el País Vasco”.

Las mismas fuentes policiales destacan que en los años 80 y 90 los agentes de la Policía y la Guardia Civil percibían un fijo negociado, no un porcentaje. Es el modelo que el Ministerio piensa implantar en su política de equiparación de salarios con los Mossos d’Esquadra. Es muy distinto estar destinado en grandes ciudades como Madrid o Barcelona o en zonas turísticas como Ibiza, donde el precio de la vivienda es superior y existen otros gastos añadidos como el transporte, que en poblaciones pequeñas o de tipo medio. Es el argumento que utilizan las Fuerzas de la Seguridad del Estado.

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